Un Dios que provee: Lo prometido – Josué 21:43-45
A su tiempo, Dios proveyó todo lo necesario para la salvación de todo el que cree, tal como lo prometió.
A su tiempo, Dios proveyó todo lo necesario para la salvación de todo el que cree, tal como lo prometió.
Dios empezó su obra antes de la fundación del mundo. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo hicieron un pacto eterno
Hoy día, Dios está llamando a su pueblo de entre todas las naciones para que posean cada uno su heredad a través del evangelio
Cualquiera que venga, en la condición que esté a Dios por medio de Jesús recibirá la parte que Dios preparo para él.
La obra de Cristo es suficiente para salvarnos a pesar de nuestras debilidades, si confiamos en Su poder, Él es siempre Fiel para guardarnos.
Dios ha determinado un día en el cual dará a cada uno la heredad que le corresponde: vida terna a los que aman a Dios y perseveran en bien hacer para su gloria, pero ira y enojo a los que no obedecen a la verdad, sino que siguen la injusticia.
Solo a través de Jesús se recibe el perdón de pecados y herencia entre los santificados
Dios ha dado a los hombres vida y todas las cosas para que le busquen, para que lleguen a Él, pero una y otra vez han errado el camino.
En Jesús están todas las promesas para los que creen, la verdadera y eterna riqueza que no se puede corromper ni perder.
Jesucristo logró una conquista definitiva de la salvación. Todo su pueblo, todos los que Él llama por el evangelio y oyen su voz y le siguen, reciben, como hijos, la herencia eterna