Dios conoce todas las cosas. Josué 7:1
Dios advirtió a su pueblo la turbación que sería quedarse con algo de aquellos que Dios maldijo y castigó por su pecado, aquellos que nada tienen que ver con Él…
Josue 7 – Dios no puede ser burlado
La victoria en Jericó había sido sencilla. Dios había peleado por el pueblo y con su poder milagroso derribó los muros y la ciudad no pudo resistir…
La maldicion de la venganza. Josué 6:26-27
Dios determina una maldición para todo aquel que quiera levantar lo que el destruyó. Todo aquel que quiera reedificar sobre aquello que Dios…
El dia de la venganza. Josué 6:20-25
El día llego, la trompeta sonó y todos los muros cayeron, el instrumento de Dios para su venganza cayó sobre sus enemigos y ninguno sobrevivió…
La razón de la venganza. Josué 6:17-19
Dios traía a su pueblo con una razón: Tomar venganza de sus enemigos. Nada de lo que ellos tienen, ninguna de las cosas en que confían o tienen por tesoro son agradables a Dios…
El anuncio de su venganza. Josué 6:6-16
Dios había determinado el día en que caería Jericó. Por eso dio instrucciones muy claras, para que su pueblo, acompañado por su presencia, anunciara alrededor de ellos su juicio…
El instrumento de su venganza. Josué 6:1-5
Había llegado el tiempo del juicio para los amorreos. Dios había traído a su pueblo hasta la tierra prometida y ahora ellos serían instrumentos de venganza en las manos de Dios. Dios los entregó en sus manos y les dio las instrucciones precisas…
Josue 6 – Dios vengador
Cuando Dios prometió la tierra a Abraham, le dijo que pasaría tiempo para que la reciba “…porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo…” Génesis 15:16 Dios no sólo es el dueño de todas las cosas,…
Dios nos protege del temor. Josué 5:13-15
El pueblo no estaba solo. Dios mismo estaba en medio de ellos para pelear a su favor. Él los cuida y los protege, los guarda y libra de sus temores acompañándolos a la batalla y peleando por ellos. Dios protege a su pueblo del temor…
Dios nos protege de la necesidad. Josué 5:11-12
Dios nunca le hizo faltar la comida a su pueblo. Aun cuando caminaron por un desierto duro, el maná llegaba a ellos cada día fielmente hasta el día que su apetito fuera saciado por el fruto de la tierra prometida. La protección de Dios, les aseguraba que nunca les faltaría lo necesario para la vida…